Si han usado parte de su tiempo durante la pandemia mundial de coronavirus en redes sociales, estoy segura que se cruzaron ya con el comentario de que, si no sales de este “encierro” con nuevas habilidades, trabajos cumplidos y nuevas lecturas, seguramente eres una persona floja.
También están las publicaciones que nos recuerdan a algunos genios de la historia y sus propias obras maestras creadas durante una crisis. Ahí está Isaac Newton, quien desarrolló varios de sus descubrimientos y teorías, como la de la gravedad, durante el encierro por la peste. También William Shakespeare estuvo en cuarentena cuando escribió su obra El rey Lear.
Sin duda estos son ejemplos inspiradores e incluso elementos que podrían motivarnos a aprovechar este tiempo de aislamiento para nuestra nueva gran creación. La revista de negocios Forbes incluso menciona el término coronapreneur, que básicamente consiste en lanzar un nuevo emprendimiento ideado durante la pandemia.
Pero no debemos de perder de vista que los tiempos son altamente estresantes también. Algunos tienen conocidos o familiares que ya se han visto afectados por el coronavirus y pelean por mantener su salud. Los otros, la mayoría de quienes trabajamos, pasamos por la preocupación sobre cómo afectará la inminente crisis financiera nuestras vidas.
No todas las personas trabajan mejor bajo presión, y definitivamente no todas las personas pasan el encierro rodeadas de tranquilidad, inspiración y creatividad. Para muchos, lo que acompaña el coronavirus son crisis de ansiedad y depresión. CNN reporta que la prescripción de ansiolíticos en Estados Unidos ha aumentado en 34% desde el brote de la pandemia.
Tener a las redes sociales encima, exigiendo que seamos los próximos Newtons o Shakespeares podría no ser una inspiración sino una presión más. Por eso, para aquellas personas que decidan salir de este encierro sobreviviendo el día a día, les digo que está bien. Cada quien tiene sus propias batallas y librarlas representan éxitos personales muy valiosos y aplaudibles.
Se vale tomarse un break. No somos máquinas, después de todo.
Si lo que necesitamos para sobrevivir esta extraña e inédita etapa en nuestras vidas es hacer menos y descansar más, ¡adelante, hagámoslo! Recordemos que una de las estrategias para reactivar nuestra productividad es “soltar y retomar”. Esto significa que, al estar descansados y renovados, regresaremos con más energía y enfoque a nuestras tareas diarias, tanto personales como profesionales.
No caigamos en la tentación de seguir una frase compartida incluso por personas que seguramente tampoco están aprendiendo un nuevo idioma, ni escribiendo su próxima novela. Hagamos lo que es más valioso para cada uno de nosotros, desde nuestras propias trincheras y atrevámonos a sentirnos orgullosos de ello.
Démonos oportunidad también de tener un momento en donde, al liberarnos por un determinado tiempo (es importante definir cuánto tiempo será desde un inicio), nos reenergizamos y descansamos. Así cuando retomamos nuestras labores, lo haremos con mucho mayor énfasis, energía, y más productiva y efectivamente.